lunes, 20 de junio de 2022

SEPTUAGÉSIMO QUINTO ANIVERSARIO DE LA PUBLICACIÓN DE "EL DIARIO DE ANA FRANK"

 


"Espero confiártelo todo como hasta ahora no he podido hacerlo con nadie; confío, también, en que tú serás para mí un gran sostén. Ana Frank, 12 de junio de 1942". Así empieza Ana Frank a confiarle a Kitty, su amiga imaginaria, todos sus pensamientos de una existencia cada vez más complicada en un diario que este 25 de junio conmemora su 75º aniversario.

Nacida en Fráncfort del Meno, en Alemania, Ana Frank abandona el país con su familia a la edad de tres años, en 1933, para escapar del violento antisemitismo que se expandía en el país con el nazismo.

Instalados en Ámsterdam, en 1942 se esconden en un apartamento construido detrás de una falsa biblioteca para escapar de la Gestapo, antes de ser descubiertos en 1944 y deportados a campos de concentración.

En su diario, Ana Frank describe sus pensamientos y sentimientos en el aislamiento forzado con su padre, su madre y su hermana, así como con otros cuatro judíos refugiados en el anexo secreto ubicado en Prinsengracht, frente a uno de los canales más icónicos de la capital holandesa.

Ana cuenta con una brutal honestidad sus impresiones sobre los otros ocupantes, y habla de la difícil relación con su madre. También se refiere a su ambición de convertirse en escritora, escribir su propio libro sobre sus experiencias vividas durante la guerra.

Detrás de esas líneas, surge la voz de una colegiala buscando su lugar en el mundo, algo que resuena con la nueva generación, analiza Ronald Leopold, director ejecutivo de la Casa de Ana Frank en Ámsterdam.


Los jóvenes "pueden identificarse con ella. Reconocen su voz, lo que pensaba, lo que hacía cuando tenía problemas con su madre", asegura. “La parte más importante del diario es que ofrece una visión de lo que significa ser humano". "Precisamente por eso ha seguido siendo pertinente durante los años transcurridos desde la Segunda Guerra Mundial y, por ello, estoy convencido de que seguirá siendo pertinente para las generaciones futuras", explica Leopold.

El pasado 17 de enero se hicieron públicos nuevos detalles sobre el caso de la familia Frank que sugerían que un destacado notario judío de Ámsterdam, Arnold van den Bergh, podría haber sido la persona que reveló la dirección del edificio donde se escondían los Frank, en lo que habría sido un trato con los nazis a cambio de garantizar la seguridad de su propia familia.

Aunque esa es la conclusión de investigadores internacionales dirigidos por el agente jubilado del FBI Vince Pankoke tras un trabajo de seis años de estudio, un grupo de historiadores holandeses descartan esa teoría.

En cualquier caso, Ana Frank murió de tifus en Auschwitz solo un mes antes de que ese campo de horror fuera liberado.

'La casa de atrás', como se llamó originalmente 'El diario de Ana Frank', es el libro escrito en neerlandés más traducido de la historia. Con 36 millones de ejemplares vendidos, en más de 70 idiomas diferentes, ha sido lectura obligatoria para varias generaciones desde que se publicó por primera vez en 1947.

domingo, 12 de junio de 2022

CONFERENCIA DE D. LUIS RIZO SOBRE " LA ESCUELA SEVILLANA DE PINTURA" (8 de junio de 2022)

El curso 2021-2022 de la Tertulia La Literata se cerró con una sesión de lujo a cargo de D. Luis Rizo Haro, vocal de la sección de Bellas Artes del Excmo. Ateneo de Sevilla.

D. Luis rizo disertó ante los tertulianos y personas invitadas, sobre:


"LA ESCUELA SEVILLANA DE PINTURA"



La presentación corrió a cargo de Dª Ana María Álvarez Silván, Presidenta de la Tertulia La Literata.

La impecable intervención la de Luis Rizo, salpicada de anécdotas y datos de gran interés despertó el entusiasmo por el tema, a expertos y profanos.

La Escuela Sevillana de Pintura.

El Principio.

Desde la reconquista de Sevilla por Fernando III el Santo, el 23 de noviembre de 1248, conocemos una serie de artistas de cierta importancia en el aspecto pictórico de la ciudad y la época.

Alfonso X, convirtió Sevilla en una capital culturalmente floreciente, rica y esplendida, una verdadera Corte, surgiendo una notable actividad artística. Y siguiendo la estela de la Escuela de Traductores de Toledo.

Puede que fundase una escuela de pintores e iluminadores de biblias y códices en la Sevilla de la segunda mitad del siglo XIII.

Gracias al impulso cultural del Rey Sabio, es de lamentar que no han llegado obras de aquellas fechas y sí tenemos códices conservados en El Escorial, iluminados en el Scriptorium de Sevilla. (El Libro de los Juegos, Crónica General de España, Cantigas de Loor de Santa María.)

En el siglo XIV destaca una trilogía de imágenes de la Virgen, repartidas por distintos templos de la ciudad:

La Virgen de la Antigua en la Catedral de Sevilla y antigua patrona de la ciudad y actual patrona de Panamá.

La Virgen de Rocamador en la parroquia de San Lorenzo, devoción arraigada en los caballeros franceses que acompañan a Rey Santo en la conquista.

La Virgen del Coral en San Ildefonso se le llama así por tener el niño un colgante con un trozo de coral rojo.

Los tres niños con un pajarito en sus manos.

En cuanto a los autores sobresalen, en la siguiente centuria, García Fernández, Juan de Sevilla, Juan Sánchez de Castro o el Maestro de Zafra.

Periodos

1º/ Artistas de transición

a/ Pincelada suelta.

b/ Realismo.

Juan del Castillo

Antonio Mohedano

Francisco Herrera el Viejo

El Clérigo Juan de Roelas

Francisco Pacheco, escribió el tratado Arte de la Pintura concluido en 1641 y publicado póstumamente en 1649. Policromó imágenes.

2º/ Periodo de plenitud

Francisco de Zurbarán

Alonso Cano

Diego de Silva y Velázquez.

Juan de Zurbaran (Hijo del Maestro)

Miguel y Francisco Polancos (Hermanos)

José Sarabia

Bernabé de Ayala.

3º/ La era de Murillo

a/ Gran realismo

b/ Temas sociales y religiosos

Se perpetúa en el tiempo a través de las Escuelas de Artes Aplicadas, siendo Murillo y Herrera el Mozo, sus copresidentes pasando a los dos años de su creación a ser presidida por Valdés Leal. Los patronos eran los grandes maestros de la ciudad que costeaban materiales, leña para su calefacción y velas, ya que las clases eran nocturnas, después del cierre de los talleres y para el aprendizaje y perfeccionamiento de los aprendices, que o trabajaban o aspiraban a trabajar en los talleres de los maestros.

Autores: Murillo, Herrera, Valdés Leal, Juan Simón, Cornelio Shut.

El gusto por lo exótico y lo extravagante es de gran relevancia para comprender correctamente el Romanticismo. En la búsqueda de nuevas soluciones, las culturas bárbaras y exóticas, así como la Edad Media, tomaron el testigo que anteriormente había sustentado el mundo clásico de Grecia y Roma. El exotismo llegaría a dar lugar a una corriente pictórica denominada “orientalismo”, que estuvo presente durante todo el siglo XIX. El viaje a Italia, destino casi único centurias atrás, alterna protagonismo con lugares como Marruecos, Argelia, Turquía o España.

España aparecía así como la quintaesencia del Romanticismo, con sus mitos y sus tradiciones, con sus costumbres y creencias, con sus paisajes y con sus construcciones arquitectónicas.

A finales del siglo XIX el paisaje se desarrolla como género independiente siendo su gran exponente Manuel Barrón seguido por Sánchez Perrier , Jiménez Aranda, García Ramos , José Arpa, Fernando Tirado, Virgilio Mattoni, Gustavo Bacarisas, Gonzalo Bilbao, Alfonso Grosso. Las vistas de la ciudad de Sevilla y sus alrededores, especialmente el río y Alcalá de Guadaira, se convierten en motivos temáticos recurrentes de la Escuela Sevillana.

Aparecen pintores como el precursor Antonio Cabral Bejarano al que siguieron Antonio María Esquivel, Gutiérrez de la Vega, la familia Becquer con Valeriano Becquer, José Domínguez Bécquer y Joaquín Valeriano.

En pleno siglo XX Baldomero Romero Ressendi sigue la senda junto a Cristóbal Toral, Eduardo Naranjo, Antonio Zambrana y una pléyade de pintores hasta nuestros días. El nexo común es la ciudad y las enseñanzas artísticas que se imparten independientemente del lugar de nacimiento de cada autor.


                                                    Dª Ana María Álvarez Silván y D. Luis Rizo Haro.

viernes, 10 de junio de 2022

OJOS DE VENUS (Luis Manuel López Román, 2022)

 




Nueva obra de la saga de Marco Lemurio, el mago dotado de grandes poderes que desarrolla sus actividades en el peor barrio de la Roma republicana, la Subura. Esta vez debe enfrentarse a una extraño hecho: en las calles de la ciudad comienzan a aparecer cadáveres de hombres ancianos asesinados en circunstancias extrañas. ¿Podrá Marco resolver este misterio que amenaza con destruir todo lo que él consideraba inmutable en su vida? Con una sabia mezcla de suspense, aventuras y política, el autor nos embarca en un viaje fascinante a la Roma en la que brujas, hechiceros, asesinos, sicarios y todo tipo de criaturas acechan en la oscuridad. La saga de Marco Lemurio combina a la perfección la novela histórica, con rigor absoluto en la reconstrucción de la época, y los elementos más impactantes de la literatura de terror.

Rafael Guillén.

Sobre el autor

Madrileño nacido en 1982, Luis Manuel López Román es un amante de la historia que ha volcado su pasión en las páginas de sus obras. Aunque quiso ser biólogo, terminó decantándose por estudiar Filología Clásica e Historia en la Universidad Complutense de Madrid, especializándose en Historia Antigua. López Román compagina su trabajo como profesor de secundaria con la divulgación histórica en diversos medios digitales.

Su amor por la literatura estuvo muy presente desde bien pequeño. Amante de Stephen King, el autor ha desarrollado interés por dos temáticas en especial: el terror y la novela histórica. De esta inclinación nace su primera obra, Oscura Roma, que da comienzo a la saga Marco Lemurio que se completa con La sangre de Baco y Ojos de Venus.

Ficha bibliográfica

Título: Ojos de Venus

Autor: Luis Manuel López Román

Editorial: HRM Ediciones

Año: 2022

Páginas: 478

jueves, 9 de junio de 2022

AQUELLA SEMANA SANTA (Paz Hidalgo)

 

                                AQUELLA SEMANA SANTA…


                                A la ESPERANZA DE TRIANA


¡Por fin iba ser escuchada!

Me costó creerlo. No podía dormir. Me levanté sin saber bien para qué. Felipe roncaba y no me atreví a despertarlo para que compartiera mis nervios.

El ruido del camión de la basura sonaba sucio y rompía la magia de aquel día que iba a desvirgar mi silencio de años.

No sé bien el porqué, pero, creo, fue algo instintivo el que me dirigiera al cuarto de baño y me mirara al espejo. Encontré a una mujer ajada. No me reconocí. Hacía años que no me miraba. “¿Para qué, si tienes la vista cansada? No te des más trabajo”

Luego, opté por un vaso de leche caliente, que hizo su efecto relajante.

Me sacó de mi abstracción el llanto del bebé del 3ºderecha. “¡Seguro tiene hambre, no hay más que verlo!” Era mantecoso como su mamá a la que daban permiso en la oficina para amamantarlo durante las horas de trabajo. “Con las prisas se debe quedar con ganas y se desquita por la noche”.

Acabé por dormirme y soñé que estaba desnuda en medio de un circo romano. No había leones, pero me sentía observada por ojos sin cara, ojos de fantasmas.

Mi familia y yo vivíamos en un piso de Triana hacía algo más de treinta años. Destacaba en su entorno por su jardín cerrado alrededor del cual el arquitecto había distribuido los bloques de viviendas. Parece quiso conservar la esencia de los antiguos corrales de vecinos sustituidos por pisos, pero con cuartos de baño incluidos.

Tengo la sensación de que lo consiguió. A menudo tenía “miarma” en la punta de la lengua. Era más que un modismo, era… un halago para mí.

Allí me estrené como madre. Allí elegí ejercer a tiempo completo como tal y allí me sentí también a menudo triste por eso de no poder multiplicar los talentos (ejercer fuera).

Mis hijos lo llenaban todo y yo los veía crecer escuchando sus ilusiones (a los fallos respondía con caricias). En las palabras, duras consejeras, siempre se me adelantaba Felipe. Luego venían los reproches entre nosotros dos a los que le respondía sin ser escuchada.

Javi, mi hijo mayor, seguía dormido cuando me levanté. Si no hubiera oído en su habitación los sonidos estridentes junto a las voces quejosas de Nirvana, su grupo preferido. Había vuelto a casa después de una experiencia fracasada (un negocio de informática y un socio que se había enrollado con su pareja).

Oí, sin embargo, a Felipe cerrar la puerta del piso y me extrañó. No solía irse a su trabajo sin despedirse. Era médico y trabajaba en la unidad de trasplantes de riñón del “Hospital Virgen del Rocío”.

Estaba en la ducha e intentaba regular la temperatura del agua que caía por la alcachofa parabólica, una Hansgohe, “el nombre de la sensualidad”, según rezaba su anuncio. No esperaba a Felipe y me sorprendí. Me besó en la mejilla y dijo que había vuelto para darme ánimos aquel día que sabía duro para mí. Intentó luego centrarse la corbata delante del espejo que el vaho había manchado y se fue por donde había venido.

Es mi día “D” y no voy a desembarcar en territorio ajeno sin casco.” La peluquería

no fue un problema. Se ubicaba en los bajos del edificio.

De vuelta a casa cogí una cartera de mano (imitación de piel) que Felipe había desechado. Con ella y los nervios del momento tiré al suelo una foto que mi hijo Nacho había mandado desde Lille donde se encontraba disfrutando de una Erasmus. Se rompió el cristal del marco. Sentí lastima e intenté recoger los trozos.

Reaccioné. “Lina, llegó la hora. ¡Ponte de una puñetera vez el chip de profesora universitaria!”

Me lancé por fin al ruedo.

En el autobús con destino a la Universidad mi oído, una vez más, se impuso a las palabras hilvanadas con tanta ilusión que intentaba memorizar durante el trayecto.

Entre risas los jóvenes hablaban imitando a Chiquito de la Calzada. Me parecieron divertidos. Luego uno de ellos sacó el tema de la Semana Santa y el tono se volvió trascendental. Entre tanto entusiasmo cofrade escuché; “¡Qué bonita es la Esperanza, mi Virgen es bonita de cojones!”

Las palabras de aquel joven universitario me descolocaron. ¡Iba a ser profesora de Fenomenología del Hecho Religioso!

En el tiempo que transcurrió hasta entrar para estrenarme como docente por mi cabeza pasaron relámpagos de explicaciones. Me agarré a una de las manifestaciones de la actitud religiosa como manera de unirse a la divinidad, la emoción, que se traduce, entre otras, en el arte religioso. No había duda, aquel joven y su expresión escandalosa traducían una emoción auténtica. El arte que cuidan y despliegan las cofradías era…para sacarlo de sus casillas.

Llegó la hora. El aula, la tarima y los alumnos entre expectantes y pasotas. Tomé la palabra.

-Yo he visto un cielo y una tierra nuevos (Ap 21,1-4) –dije con aplomo.

Por unos momentos se hizo el silencio hasta que uno de los estudiantes sentado en las últimas filas levantó la mano. Comentó que le gustaba más la frase de Martin Luther King “Yo tengo un sueño” pronunciada en las escalinatas del monumento a Lincoln en su marcha a Washington el 28 de agosto de 1963.

Fue suficiente.

-De acuerdo. ¡Cuéntame!, te escucho -contesté.


                    Artículo publicado REVISTA TRIANA primavera 2022

                                                                                   PAZ HIDALGO




CENTÉSIMO VIGÉSIMO ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE GEORGE ORWELL (1903-2023)

George Orwell, seudónimo de Eric Blair, nació en Motihari (India) el 25 de junio de 1903, falleciendo en Londres el 21 de enero de 1950. E...