"Espero confiártelo todo como hasta ahora no he podido hacerlo con nadie; confío, también, en que tú serás para mí un gran sostén. Ana Frank, 12 de junio de 1942". Así empieza Ana Frank a confiarle a Kitty, su amiga imaginaria, todos sus pensamientos de una existencia cada vez más complicada en un diario que este 25 de junio conmemora su 75º aniversario.
Nacida en Fráncfort del Meno, en Alemania, Ana Frank abandona el país con su familia a la edad de tres años, en 1933, para escapar del violento antisemitismo que se expandía en el país con el nazismo.
Instalados en Ámsterdam, en 1942 se esconden en un apartamento construido detrás de una falsa biblioteca para escapar de la Gestapo, antes de ser descubiertos en 1944 y deportados a campos de concentración.
En su diario, Ana Frank describe sus pensamientos y sentimientos en el aislamiento forzado con su padre, su madre y su hermana, así como con otros cuatro judíos refugiados en el anexo secreto ubicado en Prinsengracht, frente a uno de los canales más icónicos de la capital holandesa.
Ana cuenta con una brutal honestidad sus impresiones sobre los otros ocupantes, y habla de la difícil relación con su madre. También se refiere a su ambición de convertirse en escritora, escribir su propio libro sobre sus experiencias vividas durante la guerra.
Detrás de esas líneas, surge la voz de una colegiala buscando su lugar en el mundo, algo que resuena con la nueva generación, analiza Ronald Leopold, director ejecutivo de la Casa de Ana Frank en Ámsterdam.
Los jóvenes "pueden identificarse con ella. Reconocen su voz, lo que pensaba, lo que hacía cuando tenía problemas con su madre", asegura. “La parte más importante del diario es que ofrece una visión de lo que significa ser humano". "Precisamente por eso ha seguido siendo pertinente durante los años transcurridos desde la Segunda Guerra Mundial y, por ello, estoy convencido de que seguirá siendo pertinente para las generaciones futuras", explica Leopold.
El pasado 17 de enero se hicieron públicos nuevos detalles sobre el caso de la familia Frank que sugerían que un destacado notario judío de Ámsterdam, Arnold van den Bergh, podría haber sido la persona que reveló la dirección del edificio donde se escondían los Frank, en lo que habría sido un trato con los nazis a cambio de garantizar la seguridad de su propia familia.
Aunque esa es la conclusión de investigadores internacionales dirigidos por el agente jubilado del FBI Vince Pankoke tras un trabajo de seis años de estudio, un grupo de historiadores holandeses descartan esa teoría.
En cualquier caso, Ana Frank murió de tifus en Auschwitz solo un mes antes de que ese campo de horror fuera liberado.
'La casa de atrás', como se llamó originalmente 'El diario de Ana Frank', es el libro escrito en neerlandés más traducido de la historia. Con 36 millones de ejemplares vendidos, en más de 70 idiomas diferentes, ha sido lectura obligatoria para varias generaciones desde que se publicó por primera vez en 1947.