
Una figura unida a la investigación jurídica, la creación
literaria, la labor periodística, la vida cultural y la creación de
la Cabalgata de Reyes Magos de Sevilla a través del Ateneo. El 8 de
julio de 1922 fallecía prematuramente José María Izquierdo, un
intelectual vinculado a la mentalidad regeneracionista de principios
del siglo XX y al andalucismo cultural desarrollado en la Sevilla de
la época en torno a las revistas Bética y La Exposición, en un
momento de eclosión de los ideales regionalistas. Para recordar a
esta gran figura sevillana de principios del siglo pasado, el
Ayuntamiento ha aprobado una declaración institucional impulsada por
el grupo municipal de Ciudadanos que busca conmemorar el centenario
del fallecimiento resaltando su figura literaria a través de una
campaña de información y la elaboración de un programa de actos en
coordinación con el Ateneo de Sevilla y, muy especialmente,
dirigidos a fomentar el conocimiento y valoración de la figura de
este ilustre escritor.
José
María Izquierdo y Martínez nació el 19 de agosto de 1886 en la
casa número 59 de la calle Castellar, la misma calle en la que había
nacido a finales del siglo XVI el poeta Francisco de Rioja. Cursó la
carrera de Derecho en la Universidad de Sevilla, en la que llegó a
ejercer como profesor de Derecho Canónico. Murió prematuramente el
8 de julio de 1922, a la temprana edad de 36 años, "dejando
tras de sí un aura de misterio y un sentimiento de pérdida que
contribuyeron poderosamente a su inmediata mitificación",
explica la declaración aprobada por el Pleno de este mes de junio.
"En
2022, se cumplen 100 años de su fallecimiento. Una efemérides que
merece la pena ser conmemorada porque la figura de Izquierdo está
unida a la investigación jurídica, la creación literaria, la labor
periodística y la participación en la vida cultural de Sevilla, a
la que prestó notable impulso desde el Ateneo de la ciudad,
institución a la que se dedicó con especial intensidad"
Su
obra más conocida y valiosa es Divagando por la ciudad de la Gracia,
que publicó en la imprenta sevillana de Joaquín L. Arévalo en
1914. Conocido en Sevilla bajo el seudónimo literario de Jacinto
Ilusión, "Izquierdo fue hombre de amplios y variados saberes
culturales, muy entregado al estudio y muy señalado en los ambientes
de la ciudad por su personalidad ensimismada y soñadora, por su
melancólica tristeza, por el aire silente y enigmático de su
talante y por su declarado amor por Sevilla, a la que, al decir de
todos, entregó lo mejor de sí mismo. Fue sin duda uno de esos
sevillanos finos, de profunda vida interior y escasa locuacidad. En
la línea de Bécquer, de Cernuda, de Romero Murube, que nada tienen
que ver con el falso estereotipo folklorista". Es muy posible,
sin embargo, que a la mayoría de los sevillanos el nombre de José
María Izquierdo les suene más por sus actividades ateneístas y de
modo especial por su destacado papel en la creación y organización
de la Cabalgata de Reyes Magos de Sevilla, que salió por primera vez
en 1918, y que llevó a cabo junto a otros conocidos personajes de la
Sevilla de la época, como el periodista José Andrés Vázquez y los
ateneístas Javier y Alfonso Lasso de la Vega, Rodríguez Jaldón, L.
Moliní, Modesto Cañal, Luis Izquierdo, Sánchez Cid, G. Bacarissas,
A. Grosso, Santiago Martínez, Juan Lafita, Eloy Elorza y V. Llorens.
La
variada y sostenida labor intelectual de Izquierdo cristalizó sobre
todo en la interpretación literaria de Sevilla expuesta en Divagando
por la ciudad de la Gracia. Como argumenta la declaración,
"interpretación que tenía su encaje en las "teorías"
sobre ciudades y regiones formuladas por algunos de los grandes
escritores del 98 y de la generación de 1914 (Ganivet, Maragall,
D´Ors, Ortega…) y que en cierto modo inauguró una saga de
visiones literarias de Sevilla que vinieron después: las Estampas
sevillanas, de Manuel Machado, La ciudad, de Manuel Chaves Nogales,
Sevilla y el andalucismo, de José María Salaverría, Sevilla del
buen recuerdo, de Rafael Laffón, Sevilla en los labios, de Joaquín
Romero Murube, y otros muchos.
El
libro de Izquierdo es, como el título subraya, una "divagación",
es decir un conjunto de reflexiones escritas como a vuela pluma, sin
ningún propósito de solemnidad. "La obra -dijo él mismo- de
un contemplativo con una visión mística y fatalista" de la
vida. "Sus divagaciones están centradas en un concepto de la
ciudad -en este caso Sevilla- como la más alta expresión de la
convivencia humana, la polis clásica. Pero no se trata de una visión
autocomplaciente o narcisista".
A la
pasión por su ciudad -cuya esencia es el concepto de la "gracia"
como cualidad distintiva- une una voluntad regeneracionista y
crítica, de auténtica apuesta por la modernidad y el progreso,
compatible con la fidelidad al arquetipo urbano que Izquierdo guarda
en su corazón. "Arquetipo orientado hacia el clasicismo, hacia
el helenismo y la romanidad de Sevilla". A ello hay que añadir
un hábil manejo de la ironía y del humor, un sentido autocrítico
que revela muy bien el rico acervo cultural del autor. "En
conjunto, el libro supone una valiosa propuesta intelectual de corte
moderno, a medio camino entre el lirismo y la reflexión crítica,
sobre la función que debe cumplir a comienzos del siglo XX una
ciudad con la riqueza histórico-cultural y la alta significación
estética de Sevilla".
La
ciudad, a través de su Ayuntamiento y en inestimable colaboración
con el Ateneo, tiene ahora en sus manos dar a conocer y engrandecer
la figura de José María Izquierdo, Jacinto Ilusión.
Juan Parejo (
Diario de Sevilla, 29 de junio de 2022)