viernes, 17 de febrero de 2023

CENTÉSIMO CUADRAGÉSIMO ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE NIKOS KAZANTZAKIS (1883-2023)


 

Nikos Kazantzakis nació en Heraklion (Grecia) el 18 de febrero de 1883, falleciendo en Friburgo (Alemania), el 26 de octubre de 1957. Narrador, poeta y dramaturgo griego sus novelas gozan de gran popularidad. En 1906, fecha en que escribió la primera de ellas, La serpiente y el lirio, y su primera obra teatral, Apunta el día, se doctoró en derecho en la Universidad de Atenas. En 1907 obtuvo un premio literario concedido por la misma universidad. En los dos años siguientes estudió filosofía en París en los cursos de Henri Bergson.

Posteriormente estudió también sociología en Berlín e historia del arte en Roma. Por esta época escribió otra obra dramática, El albañil, y la novela Almas rotas. Viajó luego ampliamente por España, Inglaterra, Rusia, Egipto, Palestina y Japón, estableciéndose en la isla de Egina antes de la Segunda Guerra Mundial. Fue ministro del gobierno griego (1945) y trabajó para la Unesco en París (1947-1948).

Nikos Kazantzakis desarrolló una amplia y variada obra que incluye, además de su producción novelística, ensayos filosóficos como Ascesis (1927), libros de viajes, traducciones al griego moderno de clásicos de la literatura universal como la Divina Comedia de Dante y el Fausto de Goethe, y obras dramáticas: Nicéforo Focas (1927), Ulises (1928), Cristo (1928), Melisa (1953) y Teseo (1953). Escribió también poesía: La Odisea (1938) es un extraordinario poema épico en 33.333 versos que retoma la historia de Ulises donde la dejó Homero.

Pero su fama se debe principalmente a sus novelas, ampliamente traducidas a diversos idiomas. Hasta 1946 no se publicaría la más célebre de todas ellas, Zorba el griego, retrato magistral de un extraordinario personaje real que el autor había conocido años antes, llamado Georges Zorba. La aparición en la vida del escritor de este hombre del pueblo, amante apasionado de la vida y filósofo intuitivo, dueño absoluto de su alma y de su cuerpo, propiedad que lo convierte en señor del mundo y maestro de la vida, fue trascendental para su obra.

Zorba era la perfecta síntesis del tema insoslayable con que se inicia y concluye toda su actividad literaria: la búsqueda de la conjunción y goce de las dos fuerzas cósmicas, materia y espíritu, no vividas como antagonistas, sino como armonía. Para Kazantzakis "Todo hombre es un hombre Dios, carne y espíritu. He aquí por qué el misterio de Cristo no es solamente el misterio de un culto particular, sino que alcanza a todos los hombres".

Otras de sus obras son Libertad o Muerte (1950), una pintura de la lucha del pueblo de Creta contra el dominio turco en el siglo XIX; Cristo de nuevo crucificado (1954), considerada la más importante de sus novelas; El pobre de Asís (1956), dedicada a San Francisco de Asís, donde expuso su concepción del cristianismo; y La última tentación de Cristo (1959), estudio psicológico revisionista sobre Jesús de Nazaret. El cine adaptó varias de sus novelas: El que debe morir (Jules Dassin, 1958), adaptación de Cristo de nuevo crucificado; Zorba el griego (Michael Cacoyanis, 1964, con Anthony Quinn en el papel protagonista), y La última tentación de Cristo (Martin Scorsese, 1988).

(Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Nikos Kazantzakis ». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004).

lunes, 6 de febrero de 2023

VIGÉSIMO ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE AUGUSTO MONTERROSO (2003-2023)

 

Augusto Monterroso nació en Tegucigalpa, Honduras, el 21 de diciembre de 1921, falleciendo el 7 de febrero de 2003 en Ciudad de México. Aunque nacido en Honduras, Augusto Monterroso era hijo de padre guatemalteco y optó por esta nacionalidad al llegar a su mayoría de edad. Participó en la lucha popular que derrocó a la dictadura de Jorge Ubico y posteriormente hubo de exiliarse. Con un paréntesis en Guatemala y algún destino diplomático, vivió desde 1944 en México, donde trabajó en la UNAM y, como traductor, en el Fondo de Cultura Económica.

De formación autodidacta, desde muy joven alternó la lectura de los clásicos de las lenguas española e inglesa con trabajos que le servían para contribuir al sostenimiento de su familia. Fue cofundador de la revista literaria Acento y se le ubica como integrante de la Generación del 40. Escritor de fama internacional, mereció importantes galardones y reconocimientos, como el premio nacional de cuento Saker-Ti (Guatemala, 1952), el premio de literatura Magda Donato (México, 1970), el Xavier Villaurrutia (México, 1975), la Orden del Águila Azteca (México, 1988), el premio literario del Instituto Ítalo-Latinoamericano (Roma, 1993), el Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 1997), el Príncipe de Asturias (España, 2000) y el Juan Rulfo (México, 2000).

Su producción narrativa incide fundamentalmente en el análisis de la naturaleza humana desde una óptica irónica. La literatura de Augusto Monterroso, sin embargo, es difícilmente clasificable: textos breves en general, de género impreciso, en la frontera del relato y la fábula, del ensayo y el aforismo, escritos con sentido del humor y de la sorpresa. Innovador y renovador de los géneros tradicionales, específicamente de la fábula, se reconoce su importancia por el cambio que introduce en la literatura guatemalteca del siglo XX: brevedad e ironía. Sus relatos denotan una brillante imaginación resuelta en sutilezas. La paradoja y el humor fino, apoyados en una enorme capacidad de observación y plasmados en una prosa de singular precisión, denotan una fantasía exuberante y una extraordinaria concisión.

Una gran variedad de temas se aúnan bajo una misma visión de la vida: irónica, amarga y tierna al mismo tiempo. Sus libros breves, escuetos y casi perfectos, dan un ejemplo singular de coherencia vocacional que es, como el propio autor, difícil y huidiza, crítica y autocrítica, tímida y osada, ya que los caracteriza una manera muy especial de observar y transmitir la realidad. Traducida a varios idiomas, la obra de Augusto Monterroso incluye títulos como El concierto y el eclipse (1947), Uno de cada tres y El centenario (1952), Obras completas y otros cuentos (1959), La oveja negra y demás fábulas (1969), Movimiento perpetuo (1969), Animales y hombres (1971), Antología personal (1975), Lo demás es silencio (1978), Las ilusiones perdidas (1985), Esa fauna (1992) o La vaca (1998).

Una aproximación directa a su persona ofrece la colección de entrevistas Viaje al centro de la fábula (1981); en 1993 publicó Los buscadores de oro, libro de memorias. En algunos de sus últimos libros se acrecienta el carácter misceláneo de su obra: La palabra mágica (1983) y La letra e (1986). Monterroso es uno de los máximos escritores hispanoamericanos y uno de los grandes maestros del relato corto de la época contemporánea. Gabriel García Márquez, refiriéndose a La oveja negra y demás fábulas, escribió: "Este libro hay que leerlo manos arriba: su peligrosidad se funda en la sabiduría solapada y la belleza mortífera de la falta de seriedad".

(Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Augusto Monterroso». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004).

viernes, 27 de enero de 2023

NONAGÉSIMO QUINTO ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE VICENTE BLASCO IBÁÑEZ (1928-2023)

 

Nacido el 29 de enero de 1867 en Valencia, Vicente Blasco Ibáñez estudió derecho en Valencia y pronto ingresó en las filas del Partido Republicano. Durante algún tiempo estuvo ligado al valencianismo propugnado por Teodoro Llorente, pero poco después se distanció de él.

El talante polémico de que dio muestras en esta primera época le valió un breve exilio en París, ciudad en la cual entró en contacto con el naturalismo francés, que ejercería una notable influencia en su obra. Tal influjo se hizo ya manifiesto en Arroz y tartana (1894), obra con la que inauguró su ciclo de novelas «regionales», ambientadas en la región valenciana.

En 1894 fundó el periódico El pueblo, que sería su plataforma política, primero como portavoz del republicanismo federal liderado por Francesc Pi i Margall y después, cuando se separó de éste, para difundir su propio ideario político, que pasaría a ser denominado blasquismo y que había de alcanzar una importante repercusión popular, sobre todo a raíz de la dura campaña contra los gobiernos de la Restauración que llevó a cabo desde las páginas del periódico.

Procesado, encarcelado y condenado de nuevo al exilio (1896), Vicente Blasco Ibáñez regresó a España dos años después y fue elegido diputado a Cortes en seis legislaturas, hasta que en 1908 decidió abandonar la política. Buscó fortuna entonces en Argentina, donde intentó llevar a cabo dos proyectos utópicos de explotación agrícola que acabaron en sendos fracasos.

Blasco Ibáñez partió hacia París y en 1914 publicó la novela que le daría fama internacional, Los cuatro jinetes del Apocalipsis. En 1921 decidió retirarse a su casa de Niza, donde escribió sus últimas novelas, más pensadas para gustar al público que las de sus años de más efectiva lucha política, en las que intentó reflejar las injusticias sociales desde una óptica anticlerical, dentro del más puro estilo realista, como sucedía en La barraca (1898).

Fue un autor muy prolífico vinculado en muchos aspectos al naturalismo francés, como también lo estuvieron, aunque en menor medida, Emilia Pardo Bazán, Benito Pérez Galdós o Leopoldo Alas «Clarín». Sus obras, sin embargo, carecen de la escrupulosa documentación y rigor compositivo de Émile Zola. Por otra parte, la explícita intención político-social de algunas de las novelas de Blasco Ibáñez, aunada al escaso bagaje intelectual del autor, lo mantuvo alejado de los representantes de la Generación del 98 (Pío Baroja, Azorín, Miguel de Unamuno).

No obstante, su vigorosa imaginación y poder descriptivo hicieron de Vicente Blasco Ibáñez el último gran autor del realismo decimonónico. Su obra tuvo una gran proyección internacional, ampliada por las versiones cinematográficas de algunas de sus novelas, las más famosas de las cuales tal vez sean las dos versiones de Los cuatro jinetes del Apocalipsis, una interpretada por Rodolfo Valentino, y la segunda dirigida por Vincente Minnelli. Muy conocida es también su novela Sangre y arena (1908), dedicada al mundo de la tauromaquia.

Falleció en Mentón (Francia) el 28 de enero de 1928.

(Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Vicente Blasco Ibáñez». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004).


miércoles, 18 de enero de 2023

CENTÉSIMO TRIGÉSIMO ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL POETA JORGE GUILLÉN (1893-2023)


Nacido en Valladolid el 18 de enero de 1893, Jorge Guillén expresó, especialmente en su fase inicial, una insólita visión positiva del mundo a través de una continuada celebración de la existencia. Perteneciente a la Generación del 27, su producción es un paradigma de la denominada «poesía pura», corriente en la que también se inscriben los primeros libros de muchos de sus compañeros de generación, desde Pedro Salinas, Vicente Aleixandre o Dámaso Alonso hasta Federico García Lorca y Rafael Alberti.

En 1917 sucedió a Pedro Salinas como lector de español en la Sorbona, puesto en el que permaneció hasta 1923. Posteriormente fue catedrático de literatura en las universidades de Murcia y Sevilla, y entre 1929 y 1931 ejerció como lector en Oxford. Exiliado en Estados Unidos (1938), trabajó como profesor en el Wellesley College. Una vez jubilado residió en Italia antes de instalarse en Málaga tras la muerte en 1975 del dictador Francisco Franco.

Desde sus inicios, la poesía de Jorge Guillen quedó totalmente exenta de la ornamentación del agonizante modernismo para centrarse únicamente en la palabra depurada y ceñida al contenido con la máxima precisión. Esta búsqueda del rigor verbal hizo que tardase varios años en escribir su primer libro, Cántico, cuya primera edición, de 1928, fue ampliada sucesivamente hasta 1950.

El subtítulo de esta obra, Fe de vida, ofrece una idea exacta de su concepción poética, caracterizada por la actitud apasionada ante el maravilloso espectáculo de la existencia. El entusiasmo de Guillén se expresa de una manera estructurada y clasicista, rigurosa en la expresión intelectual, lo que ha llevado a relacionarlo con Paul Valéry a pesar de que su radical optimismo contrasta con el enfoque negativo del autor francés. La armonía del universo y la afirmación vital del hombre que lo contempla y celebra hasta en sus aspectos más vulgares es el principio esencial del poeta, que se muestra ajeno a toda imperfección.

Las fuerzas contrarias a esta plenitud, representadas por los conflictos políticos, comparecieron en una segunda etapa, constituida por las tres partes de Clamor, tituladas Maremagnum (1957), Que van a dar en la mar (1960) y A la altura de las circunstancias (1963). La conciencia de las realidades dolorosas implica un tono más grave y elegíaco, a la vez que las formas concisas de la primera época dejan paso a un discurso pausado en el que tienen cabida las construcciones largas y los poemas en prosa. A pesar de que el autor no renuncia a su emocionada postura inicial, la nostalgia del pasado, el paso del tiempo y la reflexión sobre la vejez contribuyen a que su voz se tiña de melancolía.

Por el contrario, Homenaje (1967) supone un retorno al enfoque de Cántico y recupera su impulso primordial de comunicación, con versos consagrados a la cultura, el amor y la amistad, aunque también al presentimiento de la muerte. Sus últimas obras fueron Y otros poemas (1973), con una parte dedicada a la tarea poética, y Final (1982), que según dijo el autor aclaraba o introducía variantes a sus creaciones anteriores. Premio Cervantes en 1976, desarrolló una sustanciosa labor crítica entre la que cabe destacar el libro Lenguaje y poesía (1962).

Falleció en Málaga el 6 de febrero de 1984.

(Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Jorge Guillén». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004).


jueves, 12 de enero de 2023

SEXAGÉSIMO ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA (1963-2023)


Ramón Gómez de la Serna nació en Madrid el 3 de julio de 1888, falleciendo en Buenos Aires el 12 de enero de 1963. Licenciado en derecho por la Universidad de Oviedo, consagró su vida exclusivamente a la actividad literaria, en la que se mostró como un escritor fecundo y pionero de un tipo de literatura que, dentro de la más pura vanguardia, se erige como una construcción personal de gran originalidad.

Sus primeras obras muestran una actitud crítica e innovadora frente al panorama literario español, dominado por la generación del 98 (Pío Baroja, Miguel de Unamuno, Azorín, Ramiro de Maeztu), y coinciden con la dirección, asumida desde 1908, de la revista Prometeo, receptora y difusora de los primeros manifiestos vanguardistas en España, de los que fue su primer e incondicional defensor e impulsor. Animador indiscutible de la vida literaria madrileña, en 1914 creó una de las tertulias más frecuentadas y famosas con que ha contado Madrid, la del Café Pombo.

Su particular visión de la literatura, concebida dentro de los presupuestos del arte por el arte, sin ningún intento de reflexión ideológica, dio lugar a un género inventado por él, las greguerías, definidas por el propio autor como «metáfora más humor». Consisten en frases breves, de tipo aforístico, que no pretenden expresar ninguna máxima o verdad, sino que que retratan desde un ángulo insólito realidades cotidianas con ironía y humor, a base de expresiones ingeniosas, alteraciones de frases hechas o juegos conceptuales o fonéticos.

Su vasta producción literaria incluye desde artículos y ensayos, algunos agrupados en libros, hasta dramas de tema erótico y obras más o menos novelísticas, muchas de ellas basadas en una trama truculenta, al modo de los folletines costumbristas, que por las incoherencias en la narración, las imágenes de tipo surrealista o el barroquismo de la expresión se convierten en una forma de absurdo que destruye todo sentimentalismo y las acerca a lo patético y grotesco.

Aplaudida por José Ortega y Gasset, la obra de Ramón Gómez de la Serna ejerció una influencia inmediata en los jóvenes poetas de la generación del 27: el culto a la metáfora, en efecto, caracterizó los comienzos de Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca e incluso del joven Miguel Hernández. También en Hispanoamérica apreciaron su obra Pablo Neruda y, posteriormente, el mexicano Octavio Paz. En 1936, a raíz del estallido de la guerra civil española, Gómez de la Serna se exilió en Buenos Aires con su esposa, la escritora Luisa Sofovich, y en 1948 publicó la obra autobiográfica Automoribundia, testimonio de su vida y compendio de su estilo y su personal concepción literaria.

(Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Ramón Gómez de la Serna». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004).

A continuación 10 greguerías escogidas:

1 «Como daba besos lentos duraban más sus amores»

2 «Si te conoces demasiado a ti mismo, dejarás de saludarte»

3 «Un tumulto es un bulto que le sale a las multitudes»

4 «Tocar la trompeta es como beber música empinando el codo»

5 «Donde el tiempo está más unido al polvo es en las bibliotecas»

6 «Los rosales son poetas que quisieron ser rosales»

7 «La luna es un banco de metáforas arruinado»

8 «El filósofo antiguo sacaba la filosofía ordeñándose la barba»

9 «El pensador de Rodin es un ajedrecista a quien le han quitado la mesa»

10 «Los arcos de triunfo son elefantes petrificados» 

CENTÉSIMO VIGÉSIMO ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE GEORGE ORWELL (1903-2023)

George Orwell, seudónimo de Eric Blair, nació en Motihari (India) el 25 de junio de 1903, falleciendo en Londres el 21 de enero de 1950. E...